Lotus

Lotus Seven argentino

Entre 1969 y principio de 1970, un grupo de socios argentinos y uruguayos obtuvo la licencia para fabricar en Argentina una versión local del Lotus Seven.

A fines de la década del 60 Richard Vignoles realizaba unos cursos de servicio y un máster de negocios que organizaba la Ford de Inglaterra. En sus tiempos libres del verano trabajaba para la Dagenham Motors armando Ford Cortinas que se entregaban a Lotus Components bajo la marca Lotus Cortina. De esta manera, entró en contacto con Mike Warner, director de Lotus Components Ltd.

Lotus Argentina, una empresa rioplatense

Vignoles junto a Jorge Mutio, propietario de las Bodegas Santa Rosa de Montevideo, Uruguay, le propusieron a Warner fabricar Lotus Seven en la Argentina y Uruguay. La propuesta fue aceptada, lográndose un acuerdo de representación.

Por razones de tamaño de mercado se decidió que el armado debía hacerse sólo en la Argentina y con componentes 100 % nacionales. A la sociedad inicial se incorporó el empresario argentino Edgardo Boschi, representante en el país de la marca Scalextric. Boschi ofreció el garaje de su casa de Vicente López para el armado del primer prototipo.

Como primer paso, en octubre de 1968 Vignoles adquirió un Seven Lotus y para interiorizarse  de su proceso productivo lo armó personalmente en la fábrica que Lotus poseía en la localidad de Hethel. Una vez terminado el montaje, en enero de 1969 Vignoles embarcó el auto matriculado hacia Buenos Aires.

Los Lotus argentinos iban a ser construidos con mecánica Fiat, por lo tanto, debía lograrse el acuerdo con la empresa italiana para la provisión de los motores. Con ese objetivo, se envió un Seven especialmente a Torino.

Mientras tanto, se fueron desarrollando el resto de los componentes nacionales del auto, entre ellos la cremallera de la dirección, puntas de eje, el trambalador de la caja y la mismísima insignia Lotus.

Lotus Seven argentino
Según Mike Warner, el Lotus Seven argentino se destacaba por su excelente terminación y una tenida superior al del original inglés.

En el armado del prototipo participaron también Jorge González, mecánico de los equipos de Formisano y Crespi, y el mecánico uruguayo José Motta quien se ocupó de los sistemas de admisión y soldadura de caños.

El Lotus argentino estaba equipado con motor de Fiat 1500 de 81 hp, que le permitía alcanzar una velocidad de 165 km/h. A diferencia del inglés, estaba equipado con amortiguadores mas blandos para adaptarlo a nuestros caminos y no llevaba llantas de magnesio sino las originales Fiat. Por la ubicación del múltiple de admisión, el modelo nacional presentaba la toma de aire de los carburadores a la izquierda.

Mejor que el inglés

En junio de 1969, Mike Warner visitó el taller para observar el primer prototipo. El director de la fábrica inglesa no solo aprobó al auto sino que lo elogió por su excelente terminación y su mejor tenida respecto al original.

Poco tiempo después, quedó constituida la sociedad Lotus Argentina S.A. integrada por Richard Vignoles, Edgardo Boschi y Jorge Mutio. La empresa estableció su taller de montaje en la localidad bonaerense de Martínez sobre el kilómetro 935 de la ruta Panamericana.

Mientras se construían los dispositivos y herramental para la producción seriada, Vignoles viajó a Uruguay para diseñar y construir un Seven con mecánica de Renault 12 como alternativa al Fiat. El auto fue presentado a las autoridades de IKA-Renault, pero a pesar de sus buenas prestaciones no pasó de la fase de prototipo.

Lotus Seven argentino
Richard Vignoles posa junto a dos Lotus Seven. A su derecha, el argentino. A su izquierda, el inglés.

En enero de 1971, en ocasión del Gran Premio de F1 de Argentina, Colin Chapman arribó al país y, junto con Mike Warner, visitó la fábrica de Martínez. El constructor inglés quedó gratamente impresionado por lo que pudo observar.

La producción progresó lentamente, pero pronto surgieron disputas por problemas financieros dentro de la sociedad que afectaron su continuidad. Paralelamente, en Inglaterra, Warner se desvinculó de Lotus incorporándose a GRD (Group Racing Development), empresa a la que poco tiempo después ingresó Vignoles, que se radicó en Inglaterra y se separó de sus socios.

La producción de los Lotus argentinos continuó poco tiempo después a cargo exclusivamente de Edgardo Boschi, ya sin la supervisión de Warner ni el apoyo de Chapman. Para ese entonces los Seven eran equipados con el motor del Fiat 125 de 1625 cc y 100 hp.

Los Lotus argentinos fueron conocidos como Serie 1000, debido a la numeración de sus chasis. Llegaron a construirse solo 47 ejemplares que ostentan el orgullo especial de ser los únicos Lotus legítimos construidos fuera de Inglaterra.