Horacio Anasagasti nació el 18 de Julio de 1879. Hijo de una acaudalada familia de origen vasco, pronto sintió fascinación por los primeros automóviles llegados a la Argentina. Egresado del Colegio Nacional de Buenos Aires, estudió Ingeniería en la Universidad de Buenos Aires donde se recibió en 1902 con sólo 23 años de edad. El ingeniero Otto Krause fue uno de sus docentes.
En 1907 se fundó el Touring Club Argentino y formó parte de su primera comisión directiva como vicepresidente. Ese mismo año ganó un concurso y se fue becado a Milán para tomar un curso de entrenamiento de seis meses en la fábrica Isotta Fraschini. Al regresar, en 1908, formó una sociedad con Ricardo Travers y José Gálvez para representar esa marca en el país y también a las firmas Gobron-Brillié y Grégoire. Además, inició la distribución de llantas con rayos de madera Stepney, neumáticos Hutchinson, un claxon marca Stentor y un dispositivo para inflar los neumáticos accionados por los gases de escape.
Considerado muy tempranamente un referente importante en materia de automóviles, en junio de ese año comenzó a escribir en la revista mensual La Argentina Automóvil artículos técnicos vinculados al sector. Entre 1909 y 1910 se desempeñó como vicepresidente primero de la Sociedad Científica Argentina
En 1909 se separó de sus socios y abrió su propio taller. Finalmente, el 30 de diciembre fundó la empresa Anasagasti y Compañía, donde se atendía motores de automóviles, aviación y agrícolas.
Anasagasti incursionó también en la incipiente aeronáutica. Fue socio fundador del Aeroclub Buenos Aires. El 18 de abril de 1909, en compañía de Jorge Newbery, realizó un vuelo hasta Marcos Paz con un globo bautizado “Patriota” que había adquirido en Europa. Por este vuelo el Aeroclub Argentino le entregó el brevet Nº 5 que lo acreditaba como piloto de globo. Solían acompañarlo en estas aventuras aristocráticas personalidades como Aarón de Anchorena, Ezequiel Paz y Alfredo Palacios.
Horacio Anasagasti y su fábrica de automóviles
En septiembre de 1910 viajó a Europa a bordo del Principessa Mafalda para contactar posibles proveedores del auto que pensaba construir en Argentina. Finalmente, en julio de 1911 logró terminar su primer prototipo con motor francés, carrocería nacional y otros componentes traídos de ese viaje. La presentación oficial se realizó el 17 de septiembre del mismo año en la carrera Rosario-Córdoba-Rosario donde participó con el seudónimo de “Samurai”.
En enero de 1912 comenzó la comercialización de sus automóviles. En septiembre del mismo año, Anasagasti donó uno de sus vehículos a la Escuela Militar de Aviación de El Palomar cuando se iniciaron los cursos en esa institución de la que formó parte de manera honoraria dictando la materia “Construcción y manejo de motores”.
Finalizada su experiencia como fabricante, Anasagasti se radicó en Bariloche en una chacra bautizada “Pichi Mahuida”, ubicada en el Brazo Campanario del lago Nahuel Huapi. Junto a sus amigos de siempre, Aarón de Anchorena y Carlos Ortiz Basualdo, apoyó activamente la creación del Parque Nacional Nahuel Huapi.
Horacio Anasagasti falleció en su chacra de Bariloche el 8 de abril de 1932, víctima de un paro cardíaco. Fue enterrado en el cementerio de Recoleta. Actualmente, la ciudad de Buenos Aires y el Parque Nacional lo recuerdan, respectivamente, con una calle y un lago que llevan su nombre.