Autoar

Autoar Rural PWO

La necesidad de renovar el avejentado parque automotor nacional de la segunda posguerra impulsó al gobierno argentino a fomentar la radicación de compañías extranjeras. Mientras las grandes automotrices norteamericanas y europeas rechazaron la invitación, el industrial italiano Piero Dusio encontró una oportunidad de extender en el país lo realizado con Cisitalia. Su marca en Argentina se llamó Autoar.

Autoar, primera radicación extranjera

La radicación de la empresa de Piero Dusio estaba motorizada por dos aspiraciones del presidente Juan Domingo Perón. Por un lado, la creación de un equipo argentino de pilotos y autos para competir internacionalmente y, por otro, dar impulso a la fabricación local de automóviles y autopartes.

En enero de 1948, Clemar Bucci, flamante campeón de Mecánica Nacional, fue enviado a Europa por el gobierno argentino con la finalidad de establecer contactos con fábricas y equipos y tentarlos para radicarse en Argentina.

Un encuentro casual con Piero Dusio abriría las puertas a la solución. Entusiasmado por los planes del gobierno argentino, Dusio invitó a Bucci a recorrer las instalaciones de Cisitalia. Allí tomó contacto con el Grand Prix diseñado por Porsche. Sin dudarlo, Clemar vio en ese monoposto el auto ideal para crear la Escudería Argentina. A partir de ahí se iniciaron las gestiones oficiales que culminaron con el arribo de Piero Dusio y su empresa al país.

Autoar Especial
Clemar Bucci gira con el Autoar Especial en Buenos Aires. Diseñado por un equipo de técnicos e ingenieros comandados por Ferry Porsche, fue el auto con el que se soñó crear un equipo argentino de Grand Prix.

El traslado a la Argentina surgió como una solución mutuamente conveniente que le permitió a la compañía italiana capitalizarse con créditos y facilidades otorgadas por el Estado argentino. Así, el gobierno nacional encontraba un atajo entre la búsqueda de fabricantes extranjeros -muy reticentes a invertir en el país- y el costoso desarrollo de una fábrica propia de automóviles.

Por decreto 18.996 del Poder Ejecutivo Nacional, del 10 de agosto de 1949, se declaraba a la industria automotriz de vital importancia para el desarrollo económico nacional. La norma autorizaba a la empresa Autoar la libre importación de maquinarias, instalaciones y materiales destinados a levantar en el país una planta industrial para la producción de tractores y automotores.

Un nombre argentino

A pesar de tratarse de una inversión extranjera, Piero Dusio se propuso imprimirle a su fábrica en el país una connotación local. La idea de constituir una automotriz nacional quedó en evidencia en el propio nombre asignado a la firma: Autoarg (Automotores Argentinos). Por razones fonéticas, posteriormente fue eliminada la letra “G”.

Dusio decidió preservar el nombre Cisitalia para la fabricación de autos sport y de carrera que, a un ritmo menor y con un plantel reducido a 70 operarios, seguían produciéndose en la península.

La sede de la empresa quedó establecida en la calle Charcas 650-658 de Buenos Aires. Autoar había comprado unos terrenos de 2.755.154 m2 en el partido de Quilmes para construir su planta industrial, de los cuales 755.124 m2 serían destinados, de acuerdo al plan original, a la planta y el resto a una urbanización para obreros y empleados de la empresa. El ambicioso proyecto contemplaba la contratación de 5000 empleados para una producción diaria de 50 unidades. 

La producción de Autoar

A través de ilustrativos folletos, se anunciaba una amplia gama de modelos utilitarios integrada por una rural, un furgón y una pickup, todos equipados con un motor de cuatro cilindros y 60 hp. Por otro lado, se anunciaban modelos de lujo como una berlina de seis cilindros y 2.000 cc y su versión cabriolet, diseñados según la empresa acorde a las necesidades de transporte de Argentina y Sudamérica.

Autoar comenzó sus operaciones industriales en diciembre de 1950 en una planta ubicada en Tigre, provincia de Buenos Aires, mucho más modesta y con menor capacidad de producción que la proyectada inicialmente.

Autoar_Berlina_6
Autoar Berlina con motor Porsche de 2000 cc. Uno de los tantos proyectos que no se concretaron.

El primer modelo fabricado fue una rural con una carrocería metálica diseñada por Aldo Brovarone y montada sobre un chasis diseñado por técnicos de Porsche.

Respecto a las motorizaciones, podía optarse entre el motor Willys de 2199 cc y 65 hp (velocidad máxima de 130 km/h), Fiat 1900 cc de 71 hp (velocidad máxima de 105 km/h) y Simca-Vedette de 2351 cc y 85 hp.

La rural se denominó P.W.O. (por Porsche y Willys Overland) y se ofrecía también en versión pick up con las mismas características mecánicas. Su capacidad de carga era de 750 kilos.

A fines de los años 50, se incorporó una nueva línea de utilitarios frontales que se ofrecían en versiones Micropanorámico (minibús), furgón doble cabina y furgón mixto.

En 1959, Autoar selló un acuerdo con NSU Motorenwerke Aktiengesellschaft Neckarsulm de Alemania Federal para producir localmente el pequeño NSU Prinz. La fabricación se extendió hasta 1963, cuando la empresa fue liquidada por sus dificultades financieras.