Hispano Argentina

Camión Hispano Argentina Criollo_6X6

En 1925, Don Carlos Ballester obtuvo la licencia para representar en Argentina la marca Hispano Suiza. El acuerdo contemplaba la importación de los vehículos en una primera etapa, para posteriormente fabricarlos localmente. A fin de concretar este objetivo, se construyó en Campichuelo 250 del barrio de Caballito una planta de 5000 m2 equipada con la más alta tecnología disponible en ese momento.

Hispano Argentina Fábrica de Automóviles S.A.

En 1929 se estableció la sociedad Hispano Argentina Fábrica de Automóviles S.A. (HAFDASA), destinada a la producción de automóviles y motores Hispano Suiza, además de piezas y repuestos para esta y otras marcas de automóviles, camiones y ómnibus.

Entre los modelos montados en Caballito se destacó el H6 uno de los más famosos y avanzados de su tiempo. Contaba con árbol de levas en culata y un poderoso sistema de frenos con cuatro tambores y sevofreno, cuya patente fue aplicada por famosas marcas europeas como Rolls Royce.

Se estima que se construyeron unas 200 unidades de la versión local.

Motor Criollo

En 1933, salieron de la planta los primeros motores nafteros destinados fundamentalmente a equipar vehículos de transporte de cargas y de pasajeros de diversas marcas.

Poco tiempo después, el joven ingeniero Carlos Ballester Molina, hijo de Don Carlos, se incorporó a la sociedad. De inmediato, inició estudios a fin de desarrollar un motor diésel de alto rendimiento.

El proyecto avanzó y derivó en la presentación de tres prototipos del denominado “Motor Criollo” en sus versiones D1 de cuatro cilindros y 75 hp; D2, seis cilindros y 95 hp y D3 también de seis cilindros, pero con una potencia incrementada a 150 hp.

Los tres motores respondían al ciclo de 4 tiempos y estaban fundidos en un solo block. La refrigeración se realizaba mediante camisas postizas centrifugadas. Las culatas estaban construidas en una aleación especial desarrollada por Ballester Molina y era de dos piezas en la versión D1 y de tres piezas en las versiones D2 y D3.

Motor Criollo D1
El motor Criollo D1 fue experimentado a lo largo de 200 horas de uso continuo con excelente resultado.

La inyección de tipo indirecta se realizaba en cámara de pre-combustión y los inyectores estaban alimentados por bombas de origen europeo. La versión D1 presentaba un cigüeñal de cinco bancadas, mientras que para las otras versiones era de siete. Contaba con bielas de tipo tubular de acero al cromo níquel. Los pistones de seis aros estaban realizados en aleación liviana.
Todas las versiones disponían de válvulas a la cabeza de acero silicromo accionadas por varillas y balancines a través de un árbol de levas ubicado en el cárter.

Basados en su bajo consumo y costo de mantenimiento, el motor criollo logró una rápida aceptación en el mercado de vehículos de carga, especialmente aquellos de más de cuatro toneladas. Este éxito impulsó a la empresa para ampliar sus actividades hacia la fabricación de chasis y carrocerías para camiones y ómnibus.

Hispano Argentina proveyó al Ejército Argentino con los modelos de camión Criollo Chico 4 x 4 (motor de 95 hp) y Criollo Grande 6 x 6 (motor de 150 hp). Estos últimos se utilizaban como tractores de piezas de artillería de 155 mm. Además, la fábrica abasteció a la misma institución con vehículos blindados.

PBT, el auto popular argentino

El acontecimiento más importante de la empresa en 1939, fue el lanzamiento de un pequeño vehículo destinado a desarrollar el mercado argentino: el PBT.

Se trataba de un automóvil descapotable con capacidad para dos personas equipado con un motor de 550 cc ubicado en el eje delantero. El propulsor, refrigerado por aire, contaba con pistones de aluminio, bielas montadas sobre rodillos y cigüeñal sobre rulemanes. Junto a la caja de velocidades formaba un solo bloque. Las válvulas montadas a la cabeza, se accionaban mediante varillas y balancines.

Hispano Argentina PBT
El Hispano Argentina PBT el día de su presentación en la Casa Rosada. Foto revista Automovilismo (ACA).

El precio previsto del PBT era de 2.000 pesos, haciéndolo sumamente accesible. Lamentablemente, su fabricación fue abruptamente interrumpida al estallar la Segunda Guerra Mundial, que privó a la empresa de la compra en Europa de insumos indispensables para su producción.

Sedanes de lujo con motor diésel

La experimentación de Ballester Molina con el motor criollo lo llevó a la construcción de un prototipo de vehículo desarrollado a partir de un chasis de camión alivianado. Con este prototipo, Molina alcanzó, en 1939, un récord al recorrer 1200 kilómetros a una velocidad promedio de 135 km/h, llegando en algunos tramos a 170 km/h.

Paralelamente al desarrollo del PBT, Hispano Argentina experimentó en el terreno de vehículos de alta gama destinados a un público de mayor poder adquisitivo. A partir de chasis de modelos Hispano Suiza de 1932 y 1937 se iniciaron los trabajos de adaptación a fin de poder equiparlos con los motores Diésel Criollo de desarrollo propio.

De esta manera surgieron dos prototipos. Uno, equipado con el “Motor Criollo” D1 de cuatro cilindros y 75 hp, y el otro, con la versión D2 de seis cilindros y 95 hp.

Se trataba de dos berlinas de lujo de cuatro puertas para cuatro pasajeros.
En ambos casos, para el diseño y construcción de las carrocerías, se recurrió al experimentado carrocero Fortunato Francone quien partió de bocetos del propio Ballester Molina a los que aportó sus ideas.

Los prototipos emplearon en su construcción muchos elementos de serie de vehículos Hispano Suizo, como los faros Marchal, y estaban montados sobre el mismo bastidor.

El prototipo más grande llamó la atención por su avanzada línea aerodinámica, muy en boga en esos años. Se destacaban la inclinación del parabrisas, la baja altura de las ventanillas y la curvatura del techo que dio origen al sobrenombre del auto: “El Redondo”.

Otro detalle lo constituía la ausencia de estribos y los guardabarros de grandes dimensiones pintados en un color distinto al de la carrocería. Para aumentar la imagen aerodinámica, los traseros eran carenados.

Hispano Argentino "El Redondo"
Prototipo experimental equipado con el Motor Criollo D2 con carrocería aerodinámica diseñada por Fortunato Francone. Foto revista Automovilismo (ACA).

Ambos modelos causaron gran expectativa y admiración cuando fueron presentados oficialmente en la Casa de Gobierno ante la presencia del entonces vicepresidente de la Nación, Dr. Ramón Castillo.
Durante un tiempo continuaron los trabajos de ajustes en el diseño con vistas a su producción seriada. Sin embargo, el estallido de la Segunda Guerra Mundial afectó la provisión de piezas fundamentales para la construcción y los proyectos quedaron desafectados. Hasta el momento, se desconoce del destino de ellos.

Otros motores

Hispano Argentina también produjo una serie de motores PBT en una gama que variaba entre los 12 y los 45 hp. Uno de estos últimos fue dotado de un dispositivo especial y adoptado como motor de aviación en forma experimental. Estos motores, originalmente diseñados para los autos PBT, fueron empleados en una serie de motobombas portátiles para el Departamento de Bomberos. Asimismo, la firma construyó motores diésel de 90 y 120 hp para la Prefectura entre 1943 y 1945. Además del motor PBT, HAFDASA produjo los motores fuera de borda “Surubí”, destinados a las unidades de ingenieros del Ejército Argentino. Este motor, basado en modelos utilizados por la Wehrmacht en la Segunda Guerra Mundial, fue diseñado por la Fábrica Militar de Aviones y producido en series cuasi-industriales por HAFDASA

Aunque faltan cifras oficiales, se estima que Hispano Argentina produjo más de 6000 motores gasoleros y nafteros. Los últimos con patente Lycoming, que en un principio se importaban de los Estados Unidos.

A pesar de estos esfuerzos, la empresa no pudo continuar sus actividades automotrices y se concentró, con mucho éxito, en la producción de material bélico hasta su cierre definitivo en 1961.

Agradecimientos

A André Louis Maurois Küppers (EE.UU) y Ángel Álvarez (España) por sus valiosos aportes que ayudaron a ampliar la información de esta empresa.