Martene

Martene

En 1966, el Sr. Sebastián F. Martene envió a la revista Automundo una nota con fotografías que ilustraban dos vehículos construidos en forma artesanal en su taller de Chajarí, Entre Ríos. Uno de ellos estaba inspirado en el Ford Thunderbird norteamericano. Se trataba de una cupé con techo metálico desmontable, equipada con un motor Ford. El peso aproximado del vehículo era de 1450 kg.

La carrocería fue construida con chapa nº18 doble decapada. Su estructura interior estaba armada con cuadernas en forma de cajas sobre dos largueros de igual forma. Un detalle importante era que podía ser desmontada fácilmente del chasis con solo desajustar unos pocos bulones y sin necesidad de quitar la instalación eléctrica que fue totalmente dispuesta sobre la propia carrocería.

El equipamiento del auto de Martene incluía radio importada con antena automática y asientos individuales ajustables con motor eléctrico.

Por su parte, el motor era un Ford V8 con doble carburación y tapa Edelbrock. Tanto la caja de velocidades, como la dirección y los frenos, eran de origen Ford 1946.

La suspensión también derivaba de Ford. Empleaba elásticos transversales modificados para mayor suavidad y estabilidad lateral. El sistema se completaba con cuatro amortiguadores  telescópicos instalados en ángulo lateral que actuaban también como estabilizadores.

Martene
El auto de Martene estuvo inspirado en el Ford Thunderbird

Para la construcción del chasis se utilizaron dos largueros de un bastidor en desuso que fueron cortados y curvados convenientemente. Esta estructura fue forrada con chapas de acero en forma de caja y reforzada con una X unida al chasis por soldadura autógena.

La distancia entre ejes quedó definida en 2,56 metros. El auto calzaba neumáticos de 6,70 x 16”.

El prototipo fue construido totalmente a mano durante dos años y medio y concluido a mediados de 1958. Martene contaba entonces son 32 años. Su obra estuvo exhibida en la agencia IKA Casa Carubia de Concordia, Entre Ríos.

El otro automóvil era de competición, y de él no tenemos más detalles que una fotografía. Sólo sabemos que fue probado por el campeón de Turismo Carretera Oscar Alfredo Gálvez.

Fuente: Esta nota fue escrita originalmente a partir de la publicación de Automundo. Tiempo después, el recordado historiador José Luis Murgo, editor de Coche Argentino, me facilitó más información y las fotos que ilustran la historia.