Comercializados con la marca De Carlo, la empresa argentina Metalmecánica produjo bajo licencia de Bayerische Motoren Werke de Alemania Occidental algunos pequeños modelos de la reconocida marca BMW. La experiencia se extendió hasta mediados de los años 60, cuando la compleja situación financiera afectó su continuidad.
La compañía Metalmecánica fue creada el 27 de octubre de 1943 por el italiano Salvador De Carlo. La actividad industrial se inició con la producción de heladeras y pequeños electrodomésticos.
A partir de 1957, la producción se expandió con la incorporación de los ciclomotores Paperino, Superpaperino y Dec-100, todos construidos con una elevada integración nacional que alcanzaba el 80 %.
Antes de finalizar la década, Metalmecánica se sumó a la producción automotriz. En 1959 la empresa había constituido la Fábrica Argentina de Automóviles De Carlo, marca con la cual el industrial denominaría a sus productos. El primero de ellos fue el pequeño Minicar De Carlo.
La planta industrial
La planta industrial de Metalmecánica disponía de 40.000 m2 cubiertos. Sus instalaciones integradas incluían las secciones de: oficina técnica, matricería, mecánica de producción, fundición, estampado, montaje, soldadura, tratamientos térmicos, acabados de carrocerías, almacenes, usina, depósito, fabricación de motores y fabricación de moto vehículos.
En total, el complejo industrial contaba con siete pabellones. De estas instalaciones se destacaban la sección de fundición que contaba con un horno con capacidad para fundir dos toneladas de hierro o acero en ocho horas de trabajo. Por su parte, la sección de estampado estaba emplazada en una superficie de 1.300 metros cuadrados cubiertos y contaba, entre otros equipos, con doce prensas mecánicas.
Los BMW argentinos
Las actividades productivas se ampliaron notablemente a partir de 1959 a través de un acuerdo de licencia alcanzado con la empresa Bayerische Motoren Werke (BMW) de Munich, Alemania Federal, para producir en el país vehículos de esa marca, pequeños y de baja cilindrada. Estos automóviles no llevarían la denominación original, sino que serían rebautizados localmente como De Carlo, en referencia al apellido del dueño de la empresa.
La actividad industrial comenzaría en septiembre del mismo año en el complejo emplazado en la localidad bonaerense de José C. Paz y se proyectaba una producción de 30.000 vehículos para el primer año de producción.
Para alcanzar el objetivo de 80 % de integración nacional, Metalmecánica reacondicionó durante meses sus instalaciones productivas que le permitieron iniciar la producción, a fines de 1959, del pequeño De Carlo 600.
A mediados de 1960, la línea de producción se amplió con la fabricación del De Carlo 700, un automóvil económico con motor de 697 cc y 35 hp basado en el BMW Glamour alemán.
Pero en pocos años la situación económica de la sociedad comenzó a deteriorarse. Metalmecánica apenas podía hacer frente a la competencia presentada por las grandes empresas multinacionales, quienes con mayores recursos financieros y técnicos podían dar mejor respuesta a la demanda del mercado argentino. Además, debido a la escasa integración nacional, se dificultaba el abastecimiento de los insumos importados debiéndose reducir drásticamente los volúmenes de producción.
Frente a la compleja situación se evaluaron alternativas. Se realizaron gestiones con IKA y Fiat para continuar la producción con un motor más grande de 750 cc, pero estas negociaciones no prosperaron.
Un último esfuerzo fue el lanzamiento de dos nuevos modelos, los De Carlo SL y 1300, pero no alcanzó. El rumbo declinante resultó irreversible. En diciembre de 1965 se fabricaron las últimas unidades. Un mes más tarde se cerró definitivamente la planta de José C. Paz, luego de producir poco más de 11.775 vehículos.
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Historia del De Carlo 700. Ver nota