Joseso

Joseso mini-auto utilitario

A mediados de 1950 el Sr. José María Rodríguez había diseñado y construido en su taller de la localidad bonaerense de Olivos unos originales mini-autos utilitarios con carrocería abierta, bautizados Joseso. Este curioso nombre derivaba de un apodo que el propio Rodríguez tenía en su infancia.

Estos económicos vehículos estaban destinados fundamentalmente a satisfacer las necesidades de transporte de la clase trabajadora, un objetivo claramente inscripto en los valores que inspiraba el 2º Plan Quinquenal anunciado por el gobierno justicialista de entonces que se hacía público en el auspicio que presentaban los laterales de los prototipos.
La carrocería del Joseso estaba íntegramente construida en aluminio, por lo tanto, no era necesaria pintarla ni tratarla contra la corrosión, reduciendo de esta manera el gasto de mantenimiento y el peso del auto. Se montaba sobre un chasis de estructura tubular.

El Joseso podía transportar dos personas adultas y dos niños o una carga equivalente a 250 kilos. Estaba equipado con un motor Villiers de 8,2 hp que gracias al reducido peso de la carrocería, consumía sólo 3 litros de nafta cada 100 kilómetros y desarrollaba una velocidad máxima de 55 km/h. Solo se construyeron algunos prototipos que fueron exhibidos y probados por el público, pero su producción seriada no llegó a materializarse.

El Joseso monovolumen

En 1957 comenzó el diseño de un nuevo vehículo de dimensiones un poco mayores en relación a la versión anterior, inspirado en las microcupés contemporáneas. El proyecto estuvo a cargo del propio José María Rodríguez quien contó con la colaboración de Roberto Antonelli.

La producción se inició en 1958 en unas instalaciones ubicadas en la localidad de Ituzaingó. El régimen de promoción automotriz, impulsado a través del decreto 3693 de 1959, fue el marco ideal para que IAMA S.A. (Industria Argentina de Micro Automóviles) presentara el nuevo producto. Su estrategia de comercialización se basaba en un accesible precio de $120.000, reforzada con distintos planes de financiación y en las más importantes características del Joseso: su economía de uso y bajo consumo.

Joseso Monovolumen
La carrocería del Joseso monovolumen estaba construida en plástico reforzado y se montaba sobre una plataforma.

Con domicilio legal en avenida Julio Argentino Roca 676 de Buenos Aires, la empresa contaba con una importante red de concesionarios en Capital Federal y Gran Buenos Aires además de distintas ciudades del país, entre ellas Concordia (Entre Ríos) y General Roca (Río Negro).
El Joseso era un pequeño auto para cuatro pasajeros con una carrocería funcional monovolumen, inspirada en el Fiat 600 Multipla. Estaba realizada en plástico reforzado y se montaba a una plataforma plana de acero abulonada sobre un chasis de largueros longitudinales reforzado con travesaños. De esta manera se aseguraba la rigidez del conjunto.

Su mecánica estaba confiada en un motor Villiers de origen inglés, que con 200 cc entregaba una potencia de 10 hp. La transmisión era manual de cuatro marchas hacia delante y marcha atrás. La tracción era trasera a través de una corredera que transmitía el movimiento sólo a la rueda derecha. Contaba con  suspensión independiente adelante y trasera tipo Cantilever.

Un equipamiento más que modesto

Tratándose de un vehículo de precio accesible, su nivel de equipamiento era precario y espartano. No se incluía de serie, ni radio, ni calefacción y se llegaba al extremo de carecer de limpiaparabrisas, elemento que se ofrecía como opcional y cuya colocación quedaba a cargo de las concesionarias.

El interior presentaba el mismo aspecto de modestia y simplicidad. El panel de instrumentos estaba conformado por una pieza plana construida en el mismo material que la carrocería. Sólo contaba con un velocímetro y dos luces testigos. A pesar de las reducidas dimensiones, el habitáculo disponía de espacio para cuatro pasajeros siendo el acceso a las plazas traseras facilitado por la inclinación de los respaldos de los asientos individuales delanteros.

Joseso interior
El Joseso monovolumen tenía capacidad para cuatro pasajeros.

Otros detalles de economía constructiva se apreciaban en las ventanillas de las puertas delanteras que eran de desplazamiento longitudinal, evitando la inclusión de costosos mecanismos en el interior de las puertas. Esta solución también favorecía el aprovechamiento del espacio, incluyendo en los paneles de las puertas prácticos bolsillos porta mapas. Con el mismo criterio de economía, las ventanillas traseras eran planas y fijas.

Por aquellos años circulaba un mito en la zona acerca del curioso método al que eran sometidas las unidades para realizarles el correspondiente ablande. Según algunos testimonios, los Joseso eran atados con sogas a los troncos de los árboles del predio y se los hacía girar durante horas en esa situación con el motor en marcha.

Se estima que hasta mediados de 1960, cuando cesó la producción, se construyeron alrededor de 40 vehículos.

Fotos: Freddy Pereyra y fotograma de audiovisual