Scania

Montaje Scania L111

En 1955 llegaron a la Argentina los primeros camiones Scania-Vabis importados desde Suecia por el concesionario Javier Vázquez Iglesias. Se trataba de los modelos L51, L75 y L76. También arribaron los chasis para ómnibus B75 y B76 que eran carrozados localmente.

La demanda fue notable y solamente entre 1955 y comienzos de la década de 1960 se importaron alrededor de 5.000 vehículos que consolidaron a la empresa sueca como líder del sector pesado y al mercado nacional como uno de los más importantes a nivel mundial. Poco tiempo después la importación se cerró y los camiones y ómnibus Scania-Vabis quedaron fuera del mercado argentino.

El retorno de la marca escandinava se concretaría casi 15 años después. El proceso de radicación comenzó a planificarse en Suecia a mediados de la década del 60 y llevó largas negociaciones con las autoridades nacionales.

El contrato de radicación con Saab-Scania se inscribió en la esencia de la Ley 19.135 de 1971. El gobierno argentino había convocado a una licitación internacional para la instalación de una nueva fábrica de camiones pesados que se sumaría a las ya operativas de Fiat Concord y DECA (Deutz).

El proyecto contemplaba el intercambio de componentes con las plantas de Suecia y, especialmente, con la de Sao Bernardo do Campo en San Pablo, Brasil, que estaba en actividad desde comienzos de los años 60.

En 1970 el proyecto fue aprobado y dos años más tarde comenzó la construcción de la planta. El lugar elegido para la radicación fue un terreno de 30 hectáreas ubicado en la localidad de Colombres, provincia de Tucumán.

Un proceso complejo

El proceso fue realmente muy complejo. Para poder transferir de Suecia a la Argentina la tecnología necesaria para producir un camión Scania, llegaron al país unos veinte técnicos suecos con sus respectivas familias. Se radicaron en Tucumán conformando una colonia de 80 personas.

Al mismo tiempo fue organizado el departamento de compras que tenía como objetivo encontrar las empresas más calificadas del país para la provisión de materias primas, componentes semi-elaborados y terminados, que formarían, junto a los elementos importados y las cajas de cambio y los palieres nacionales, los futuros camiones Scania argentinos.

El primer Scania L111 fabricado en Argentina
El primer Scania L 111 fabricado en Argentina exhibido en el centro de San Miguel de Tucumán.

Para el momento en que las primeras máquinas ingresaran al país ya tenían que haberse incorporado los grupos núcleos de operadores de las mismas. Estos grupos fueron capacitados por los técnicos suecos para realizar las tareas de montaje, puesta en marcha y afinado de los equipos, para paulatinamente empezar con el maquinado de los primeros elementos semi-elaborados entregados por proveedores argentinos, componentes que eran sometidos a estrictas pruebas de calidad en el laboratorio metalúrgico de la planta.

L111, primer Scania de fabricación nacional

El 26 de marzo de 1976 se puso en marcha el complejo industrial de Scania. El 1 de diciembre, un camión L 111 equipado con un motor DN11 de seis cilindros y 202 hp, se convirtió en el primer Scania argentino. Junto a este modelo se producía el LT 111, ambos equipados con la caja estándar GR 860, también fabricada en el complejo tucumano.

El primer camión, con su característica y recordada pintura naranja, fue exhibido en pleno centro de la capital tucumana con una leyenda que decía “Scania Nº1 fabricado en Tucumán”.

Pronto la planta tucumana se especializó en la producción de cajas, palieres y diferenciales que equipaban tanto a las unidades producidas en país como a las construidas en Brasil.

El Programa Scania. La Serie 2 fue presentada en 1982. Estaba integrada por los camiones T 112 y R 112. Foto gentileza Camión Argentino.

En 1978 se fabricó el primer chasis para ómnibus de larga distancia, el BR 116. En 1982 se lanzó la Serie 2, como parte del “Programa Scania”. Estaba integrada por los camiones T 112 y R 112, con dos versiones de cabina y diferentes opciones en motorizaciones y capacidad de carga. Los ómnibus K 112 se agregaron al “Programa Scania” en 1988.

Scania, líder en camiones pesados

En 1993 apareció la Serie 3, integrada por los camiones T 113 y R 113 y comenzó a importarse el camión liviano P 93.

Al año siguiente se incorporó a la línea la versión Topline de los modelos T y R 113. En 1995 se nacionalizó la producción del P 93 que se exportaba a toda Latinoamérica y se lanzó la nueva caja de velocidades GRS 900 y el diferencial R660. En simultáneo, Scania Latin America (SLA) eligió a la planta argentina como proveedora exclusiva de diferenciales para toda Latinoamérica.

Un año más tarde se produjo la unidad 20.000 y Scania alcanzó un récord liderando el mercado de camiones pesados con el 42 % de participación. Al mismo tiempo su planta obtuvo la certificación ISO 9002. Comenzaron a producirse las cajas GR 900, GRS 900 y GR 801 y el diferencial R 780.

En 1997 se inauguraron nuevas oficinas administrativas en el partido de Malvinas Argentinas en la provincia de Buenos Aires. Las instalaciones, ubicadas en el km 34 de la ruta Panamericana, ocupan un predio de 20.000 m2 de los cuales 6000 son cubiertos. De esta manera, se centralizaron las actividades comerciales en Buenos Aires y las industriales en Tucumán.

Scania P 93
El camión liviano Scania P 93 comenzó a fabricarse en 1995 para abastecer el mercado local y latinoamericano.

La caja de velocidad nº 150.000 se produjo en septiembre de 1998. Ese mismo año se presentó la Serie 4 de camiones y ómnibus.
El 12 de mayo de 2000 se produjo en la planta de Holanda el camión Scania 1.000.000. Esta unidad, donada a la cruz Roja Internacional, estaba equipada con un diferencial producido en Tucumán.

Los últimos Scania argentinos

En 2001, al cumplirse 25 años de producción interrumpida en el país, la planta tucumana empleaba 670 trabajadores y ocupaba una superficie cubierta de 29.400 m2. En ese lapso fueron fabricados más de 26.000 vehículos, 170.000 cajas de cambio, 54.000 diferenciales y 877.000 palieres.

Por entonces, la casa matriz tomó la decisión de discontinuar la producción de vehículos completos en el país y convertir al complejo industrial de Colombres en productor de elementos de transmisión para abastecer a diferentes plantas de la marca, en especial la instalada en Brasil.

Como consecuencia de esta decisión, en 2002 se fabricaron los últimos 27 Scania argentinos:

P 114 6×2 – chasis c/c camión diésel: 2 unidades.
P 94 4×2 – chasis c/c camión diésel: 8 unidades.
R 114 4×2 – chasis c/c camión diésel: 13 unidades.
R 124 4×2 – chasis c/c camión diésel: 3 unidades.
T 114  4×2 – chasis c/c camión diésel: 1 unidad.

De esta manera, se cerraba un ciclo industrial que produjo un total de 26.068 unidades en 26 años.

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