Durante 1958 el empresario argentino Alejo Arocena inició gestiones con Studebaker-Packard Co. de Estados Unidos para producir en Argentina vehículos utilitarios de la marca Studebaker. El vínculo entre Arocena y la compañía estadounidense databa de 1948, cuando había obtenido la licencia para importar a nuestro país automóviles de la marca Packard.
Las gestiones avanzaron rápidamente. El 17 de diciembre de 1958, representantes de la compañía norteamericana y de Los Cedros – la empresa creada por Arocena representante y fabricante de Heinkel– fueron recibidos por el presidente Arturo Frondizi a quien expusieron los planes de producción. Los visitantes presentaron en la quinta presidencial dos modelos de automotores Studebaker: una camioneta armada en el país con un 34 % de piezas industria argentina y una rural. La camioneta, similar a la que se produciría en el país, estaba equipada con un motor Power Star de ocho cilindros en V y 170 hp de potencia y ofrecía una capacidad de carga de una tonelada.
Los planes contemplaban la instalación de una fábrica de motores para automóviles con una capacidad mínima inicial de 15.000 unidades y un plan mediato máximo de 48.000 por año. Allí se fabricarían en forma simultánea motores de seis cilindros con válvulas laterales y de ocho en V con válvulas al tope. El proyecto contemplaba producir, en el plazo de cuatro años, automóviles con una integración nacional del 90 %.
La planta industrial
Para encarar la producción de las pick up Studebaker, Los Cedros acondicionó sus instalaciones fabriles ubicadas sobre el kilómetro 11 de la ruta 197 en Gral. Pacheco, provincia de Buenos Aires. El nuevo complejo industrial ocupaba una superficie cubierta de 35.000 m2 en un área de 7 hectáreas. Contaba con planta de montaje, pintura, carrocería y oficinas administrativas alojadas en un edificio de 250 metros de largo por 40 de ancho. Las instalaciones disponían de una usina eléctrica con una capacidad de 600 hp.
Studebaker Transtar
La producción de la marca Studebaker en el país se inició con el modelo Transtar. Esta pick up estaba equipada con el motor Power Star 259, de ocho cilindros en V. El número 259 expresaba su cilindrada en pulgadas cúbicas, equivalente a 4248 cc. Con sus 170 hp era el de mayor potencia montado en un vehículo de producción nacional. La Transtar tenía una capacidad de carga de 750 kilos. Su carrocería ofrecía un habitáculo para tres ocupantes, distribuidos en un asiento de banco enterizo. Algunas de sus piezas, como el capó y los guardabarros delanteros, estaban construidas en plástico reforzado.
Studebaker Special Champ y Studebaker Champ
En 1961, fue remplazada la pick up Transtar por las Studebaker Special Champ (pick up) y Studebaker Champ (camioncito). Ambas versiones fueron equipadas con el motor Power Star 259, similar al que había sido utilizado en la Transtar. La principal diferencia entre las dos versiones radicaba en sus respectivas capacidades de carga, para las cuales se aplicaron variadas distancias de entre ejes y configuraciones específicas de sus sistemas de suspensión.
El modelo Special Champ ofrecía una capacidad de carga de 600 kilos. Por su parte, el Champ, también denominado «camioncito», ofrecía una capacidad de carga superior de hasta 1000 kilos y una mayor distancia entre ejes en relación al modelo Special (3099 mm contra 2870 mm).
Los volúmenes de producción de estos vehículos fueron muy modestos. Las complicaciones financieras de Los Cedros afectaron la viabilidad del proyecto industrial y forzaron al cese definitivo de las actividades en 1965. La fábrica argentina produjo un total de 4467 unidades de todos los modelos.