La camioneta “Ber-Bog” fue construida artesanalmente por José Oscar Boggiano en los comienzos de los años 60. En total, se realizaron tres unidades. Una de ellas fue recuperada después de sesenta años y regresó a la familia Boggiano para ser restaurada.
Por gentileza de Elba Boggiano, reproducimos la historia de este original vehículo argentino.
Una historia que une primos y amigos
No sé por dónde iniciar el relato, si por la recuperación de una camioneta construida por mi papá, algo que ocurrió en estos días, o por la historia de su construcción.
Elijo relatar la historia como me llegó, de la mano de la foto que me enviara papá acompañada por el siguiente texto “Gustavo recuperó la BerBog, yo sabía que estaba en Morea, porque Luis hace años me lo había contado”.
Veo la imagen y me vienen a mi memoria recuerdos de mi niñez, en Morea, un pequeño pueblo del partido de 9 de Julio. Comienzo a compartirla con mi hijo, primos y un amigo de mi infancia hoy radicado en Italia, José Francisco Giudice, “Pepé”, quién colaboró en la construcción de esta camioneta, siendo un niño. A pesar de no estar juntos, compartimos el recuerdo y las emociones que generó su recuperación en la familia y amigos.
Le pido a papá, uno de los constructores, que me cuente algo de la historia:
“Empezamos en el 60 y la mía se terminó en el 62, la otra en el 63, pero se hizo rápido porque le sacamos muchos detalles para venderla y se vendió en 9 de julio. El chasis lo hicimos, lo mismo que la suspensión delantera, lo único que se compraba era el diferencial, la caja de cambios, la de dirección y el motor, todos marca Dodge modelo 46, lo demás lo realizamos con las herramientas de la época (no había taladros eléctricos), también compramos las ruedas que eran para cubiertas 600 por 16 pulgadas”.
Luego de esta descripción, le pregunto “¿Porque la construyeron?“, y me responde: “en esa época todo lo artesanal era más barato que comprar”.
José Francisco Bernardi, “el Pibe”, el amigo entrañable de papá, tenía experiencia ya que había construido una camioneta unos años antes y le propone embarcarse en este proyecto.
Tardaban más o menos un año para construir una camioneta, lograron realizar una para cada uno de ellos, “la roja” para el “Pibe”, quien, como recuerda papá, siempre tuvo todos sus autos rojos, la de papá “gris perla”, su color preferido y una tercera que hicieron para venderla, más “económica”, con lo cual recuperaron la inversión.
Las camionetas formaban parte del equipo de trabajo que se armaba para las cosechas, junto a la cosechadora marca “Triunfo”, la casilla y el recolector “Berg-Bog”, también fabricados por papá y su amigo. Un montón de recuerdos.
Termino contando que el “nivel de nafta” lo medían con el palo de un plumero, de plumas entre blancas y grises, seguro por ser un viejo plumero, sostenidas por un palo rojo cortado por la mitad, a lo largo, que tenía dibujada una escala graduada con rayitas, la cual permitía medir el nivel de combustible. Cuando le cuento a papi de este recuerdo me dice “Fue el único medidor que no le pusimos, tenían velocímetro y medidor de aceite” y siguiendo la charla le pregunto “¿andaban rápido?” y me responde “Sí, era un motor bárbaro desarrollaba 120 km, íbamos a Carlos Casares a visitar a los abuelos”.
Como fin de estos recuerdos, mi primo Gustavo Boggiano, hijo del hermano de mi papá, Luis Boggiano, junto a su hija Milagros y su cuñado, Carlos Meli, han recuperado una de las camionetas Berg-Bog, la del “Pibe” Bernardi y están decididos a restaurarla, como dicen ellos “que quede como nueva”.
Ante este hermoso encuentro, entre la familia y amigos, relato la historia de la camioneta “Ber-Bog”, junto a mi hijo, desde la ciudad de La Plata, donde me radiqué en 1977, siempre recordando los lugares de mi niñez en Morea y mi adolescencia en Carlos Casares, una ciudad a la que fui a vivir con mis padres, José Oscar Boggiano y “Coca” Larrea en 1966. Ellos siguieron viviendo en ella hasta febrero de 2020, hoy se encuentran radicados en la ciudad de Mar del Plata, recordando a Carlos Casares, ciudad en la cual vivieron por más de 50 años y el pueblo de su juventud Morea.
Elba Boggiano / José Francisco Lombardo Boggiano
Agradecemos a Elba Boggiano quien nos permitió publicar esta historia y las fotos que la acompañan.