En agosto de 1955 directivos y socios de Buyatti Ingeniería Automotriz S.A. convocaron a los medios para anunciar oficialmente el lanzamiento del Ciudadano. Durante la conferencia de prensa, uno de sus directivos, Carlos Tagliaferro, brindó detalles sobre las características del automóvil que se proponían producir en serie. En la presentación se exhibieron partes del motor y una maqueta a escala construida en yeso en donde podía apreciarse el diseño de su carrocería.
Se trataba de un vehículo de aspecto seudo deportivo con una carrocería autoportante tipo spider y capacidad para tres ocupantes, los cuales se ubicaban en un único asiento enterizo. Detrás del mismo, se encontraba un pequeño baúl portaequipajes con 230 decímetros cúbicos de capacidad.
Según afirmaban los diseñadores del Ciudadano, el espacio disponible para pasajeros estaba justificado en estudios estadísticos realizados en los accesos a las ciudades de Córdoba, Mendoza, Santa Fe, Río Cuarto, Rosario y Tucumán en los primeros años de la década de 1950, los cuales habían arrojado un promedio de 2,13 pasajeros por vehículo.
Como conclusión de estos estudios, se decidió no incluir plazas traseras. Con ese único asiento enterizo delantero se resolvía los problemas de movilidad urbana de un alto porcentaje de la población y al mismo tiempo se reducía notablemente el costo de producción del vehículo.
La reducida longitud del auto, como resultado de esta toma de partido, significaba adicionalmente menor peso y por lo tanto menor consumo. Si bien no era un factor crítico en nuestras ciudades por aquellos años, un pequeño vehículo ayudaba a evitar congestionamientos urbanos. Con estas características se concretaría un auto de alcance popular, económico y de bajo costo de mantenimiento.
Desde el punto de vista constructivo, el coche disponía de una carrocería metálica la cual se unía al chasis de acero mediante soldadura de puntos, conformándose una estructura integral que aseguraba máxima solidez y bajo nivel de ruidos.
Dimensiones y prestaciones del Ciudadano
Las dimensiones del Ciudadano eran las siguientes:
Longitud total: 3,25 metros; ancho: 1,36 metros; alto: 1,32 metros; distancia entre ejes: 1,83 metros; trocha delantera: 1,14 metros; trocha trasera: 1,11 metros; luz mínima al suelo: 0,20 metros.
Un aspecto destacable del proyecto es que había sido íntegramente desarrollado por la empresa, desde la concepción mecánica hasta la carrocería.
Su propulsión se basaba en un original motor de diseño propio de cuatro tiempos, dos cilindros en V a 90º y 560 cc, el cual con una relación de compresión de 6,3:1 entregaba una potencia de 19,5 cv a 3800 rpm.
El propulsor estaba dispuesto sobre el eje frontal y refrigerado por circulación forzada de aire. En el vano del motor se alojaba el tanque de combustible cuya capacidad era de 17 litros.
La transmisión era efectuaba por embrague monodisco seco, con caja de tres marchas hacia delante y marcha atrás. La tracción trasera se realizaba por cardán. Por su parte, la suspensión era independiente adelante con amortiguadores hidráulicos y doble ballesta transversal.
El tren trasero presentaba eje rígido, amortiguadores hidráulicos y ballestas de elásticos longitudinales. Los frenos eran hidráulicos en las cuatro ruedas. Empleaba neumáticos de 4,50 por 12”. El equipamiento incluía limpiaparabrisas automático de accionamiento neumático.
El Ciudadano vacío pesaba 310 kilos y ofrecía una capacidad de carga de 230 kilos. Su velocidad máxima era de 100 kilómetros por hora y su consumo se estimaba en 10 litros de nafta cada 170/190 kilómetros recorridos. Su velocidad de crucero ideal se establecía entre 70 y 75 km/h.
La planificación industrial tenía prevista la producción de dos versiones. El modelo base incorporaba techo metálico tipo hard top y limpiaparabrisas automático, el de lujo ofrecía detalles como techo plástico transparente, radio y equipo de calefacción.
El prototipo presentado respondía a las características del primero, era con carrocería abierta, con parabrisas plano, sus diminutas dimensiones lo asemejaban más a una construcción lúdica que a un verdadero auto de serie.
Según los anuncios de los empresarios, los primeros ejemplares estarían disponibles hacia fines de 1955 con un precio de venta de $25.000. Sin embargo, la producción seriada no pasó de una expresión de deseos y sólo se concretó la construcción del mencionado prototipo.