A comienzos 1970, Tito Dillon encaró la construcción de una versión cupé del conocido Peugeot 404. Con el apoyo de Lucio Bollaert, propietario de la agencia oficial Artymet, encargó a Baufer la construcción del prototipo.
Para su realización se partió de un casco propiedad de Dorrego Competición al que se le realizaron distintas modificaciones en el diseño y la mecánica.
El proceso de transformación en cupé se inició reduciendo en casi 10 centímetros la longitud del auto, recortándose el techo y el guardabarros trasero en esa proporción. Las dimensiones del habitáculo se mantuvieron idénticas a las de la versión sedán y para mejorar el ingreso se extendieron también en 11 centímetros las dimensiones de las puertas.
Exteriormente, los principales cambios fueron la incorporación de las ópticas traseras de la versión rural y un nuevo y mayor recorte del pasa ruedas trasero. En el frontal se incorporaron un par de faros auxiliares de iodo Carello en la parrilla y se pintaron los aros de las ópticas delanteras para extender visualmente la trompa.
El aspecto más agresivo se logró reduciendo en 8,5 cm el despeje que quedó en 14 cm, adaptándose suspensiones Daher Boge de competición. Con esto se mejoró apreciablemente la tenida en ruta.
Un león de 105 caballos
Desde el punto de vista mecánico se buscó dotar al Dillon Peugeot 404 cupé de performances más deportivas. El carburador original fue remplazado por dos SU de 38 mm. Se incorporaron pistones Silycum de alta y árbol de levas Iskenderian modelo Track. La tapa de cilindros le fue encargada a Ballestrini quien trabajó sobre el pulido y ajuste final de sus conductos. El diámetro de las camisas fue extendido en 1 mm. Finalmente, Dorrego Competición se ocupó de la puesta a punto final.
Con estos cambios se logró una relación de compresión de 9,8:1 y una potencia de 105 hp (SAE) a 6500 rpm, lo que permitía alcanzar una velocidad máxima de 175 km/h. La cupé fue equipada con doble circuito de frenos derivados del Peugeot 504.
En el interior se incorporó una completa consola central dotada de instrumentos para medir nivel de agua y combustible, manómetro y amperímetro. Por último, se equipó a la unidad con palanca de cambios al piso marca Telecontrol en la extensión horizontal de la consola.
En síntesis, se logró una cupé sobria y elegante respetando fielmente el diseño original del sedán. Sin embargo, su lanzamiento tardío, contemporáneo a la aparición del 504, conspiró contra sus posibilidades de éxito.
No hay información sobre si la producción pasó de la etapa de la presentación de este prototipo.
Fuente: revista Corsa nº 198