Hace cuatro décadas, Ford presentaba en el sexto restyling nacional del Falcon. Con un renovado exterior e interior y un equipamiento más completo y actualizado, el clásico argentino rejuvenecía y emprendía el último tramo de su exitosa trayectoria de casi 30 años.
El 2 de agosto de 1982, Ford Motor Argentina lanzaba la sexta generación del Falcon argentino. La nueva serie mantuvo las versiones Standard, De Luxe, Rural y Ranchero y remplazó la denominación Futura por Ghia en la versión más lujosa. El Sprint fue discontinuado, pero la mecánica SP se mantuvo en catálogo hasta 1985 como equipo opcional, junto al tapizado en cuero, para el modelo Ghia. También fue discontinuada la versión taxi.
Desde 1978 el Departamento de Diseño venía trabajando en un rediseño integral de su carrocería con el cual se remplazaría por completo las viejas líneas del Falcon, pero conservaría la misma plataforma mecánica.
Lamentablemente, el proyecto fue abortado. Muy probablemente restricciones presupuestarias combinadas con la proyección de un panorama económico recesivo de largo plazo desaconsejaron realizar la inversión, cuyo retorno era incierto.
Maniatados por un presupuesto acotado, los diseñadores de Ford debieron recurrir una vez más a un proceso de cirugía estética menor. En esta nueva línea, la fuente de inspiración fue claramente la exitosa y renovada generación del Taunus. El europeizado restyling del Falcon no sólo tomó rasgos estilísticos de su hermano menor, sino que en algunos casos se utilizaron algunas de sus piezas con resultados no siempre acertados.
Estos fueron los últimos cambios de importancia que introdujo el Falcon argentino que se mantendría en producción durante casi una década más.
Para mayor información sobre la historia del Falcon argentino, consultar el libro “Falcon un clásico hecho historia”, de Gustavo Feder.
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