Como el resto de las modas, la de los buggies llegó a la Argentina con un considerable atraso. Una década después de que Scott McKenzie reconvirtiera su destartalado Volkswagen Escarabajo en un simpático aparato todo terreno que circulaba hábilmente por las dunas californianas, los primeros buggies argentinos comenzaron a desafiar los médanos de nuestra costa atlántica.
A pesar de que el origen del dune buggy estuvo despojado de cualquier intencionalidad comercial, su simultaneidad con los procesos de cambios vinculados a pautas culturales, políticas y sociales protagonizados por vastos sectores de la juventud norteamericana facilitó el rápido maridaje entre este singularmedio de transporte y los mencionados sectores.
La onda expansiva traspasó las fronteras del país del norte y arribó finalmente al nuestro cuando comenzaba la década de 1970. En el breve lapso transcurrido entre enero y octubre de 1971 se presentaron las tres primeras marcas: Puelche, Burro y Cavaro.
Buggy Puelche
El Puelche, de Garbarini Vehículos Especiales, fue el primero de ellos. Su construcción se realizaba en los talleres que la empresa tenía en Ringuelet, en cercanías de La Plata. Diseñado por Luis M.G. Varela, el Puelche fue oficialmente presentado en la sede de IKA-Renault en febrero de 1971.
La mecánica era de Renault Gordini con el motor ubicado sobre el eje trasero tal cual el auto de fábrica. Solamente se le agregaron unos tensores al tren trasero para sujetarlo mejor al chasis y evitar desplazamientos incorrectos de las ruedas traseras hacia delante o hacia atrás.También se lo podía equipar con los propulsores de Renault 4S, Renault 6 y posteriormente Renault 12.
El Puelche se entregaba con una guía para el montaje, con despieces y dibujos de detalles que también había dibujado Varela. Podía adquirirse de dos maneras distintas:
- Kit básico. Incluía chasis, carrocería, defensas, barra protectora, butacas tapizadas, parabrisas, tanque de nafta y volante.
- Kit completo. Incorporaba motor 0 Km., llantas especiales y cubiertas, es decir, el auto listo para salir a la calle.
Fue un éxito impresionante de ventas, en los primeros cuatro años de producción se superaron las 500 unidades.
Burro Buggy
El concepto del auto fue desarrollado entre 1969 y 1970 por Máximo Aldunate, quien convocó a Pedro Campo para el diseño y cálculo estructural del chasis. Esta pieza estaba constituida por una viga central de acero SAE 1010. En su parte anterior llevaba soldado el puente sobre el cual se montaba la suspensión. Tanto la delantera como la trasera eran original Renault. La parte trasera del chasis terminaba en una “U” invertida que servía para montar el motor Gordini. La transmisión, frenos y dirección también eran originales Renault.
La carrocería era de una sola pieza y estaba construida en resina plástica reforzada con fibra de vidrio.
Fue presentado el 10 de febrero de 1971 en Expo Auto en Mar del Plata. El Burro Buggy era fabricado por DICKY S.A. y se ofrecía a la venta en dos alternativas de terminación: kit para armar o unidad completa, lista para circular.
En el primer caso, el kit contenía la carrocería, chasis, parabrisas, dos butacas tapizadas, instalación eléctrica, resortes y faros delanteros. Los componentes mecánicos quedaban a cargo del cliente. La empresa entregaba el correspondiente plano de armado.
Quienes optaban por la segunda alternativa, podían retirar una unidad completa, donde además de los elementos del kit básico, se incluía el motor, suspensión, transmisión, llantas y cubiertas.
El cliente del Burro Buggy podía elegir entre una amplia gama de 14 colores. Por otra parte, una serie de accesorios permitía personalizar cada vehículo: barra antivuelco, butacas Grand Prix, capota de lona con puertas, fileteado de carrocería, guardapolvos guardabarros, instrumental especial, llantas de 13 x 6, partes del motor cromadas y techo duro.
Cavaro Brinco
Este modelo fue el último de los tres buggies pioneros en presentarse comercialmente. Fue desarrollado y construido por la empresa Cavaro SAICF, radicada en la localidad de Villa Lynch, partido de San Martín.
La estructura tubular que conformaba su chasis fue diseñada por el ingeniero Rafael Sierra en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Sobre este chasis se montaba una carrocería de tipo abierto construida en resina plástica reforzada y conformada por siete piezas. Estaba equipado con el motor Ventoux de 850 cc del Renault Gordini. La transmisión y la suspensión también eran de origen Renault.
El desarrollo del Cavaro Brinco comenzó en julio de 1971 y apenas dos meses más tarde fue completada la primera unidad.
Se ofrecía en cuatro versiones de terminación, dos en formato de kit y dos con el auto completamente montado. Estas dos últimas variantes se denominaban Cavaro Brinco Sport y Cavaro Brinco Súper Sport. Se diferenciaban por el equipamiento y elementos deportivos como volante, llantas, cubiertas, instrumental, butacas, alfombras y tapizados.En todos los casos el color de la carrocería quedaba a elección del cliente.
Un aluvión de marcas y modelos
Los buggies argentinos experimentaron una proliferación de marcas y modelos durante la primera mitad de la década de 1970. La cantidad de fabricantes creció de manera ininterrumpida hasta alcanzar alrededor de veinte talleres.
El furor de los buggies comenzó a declinar lentamente en la segunda mitad de la década y tuvo su tiro de gracia con la llegada de los autos importados. La mayoría de las fábricas cerraron sus puertas o bien reconvirtieron su actividad a la producción de piezas en plástico reforzado con fibra de vidrio.