Durante 12 años ejerció el cargo de presidente de Toyota Argentina. En ese lapso Daniel Herrero convirtió a la filial argentina de la marca nipona en la empresa de mayor producción, ventas y exportaciones del país.
“Las crisis en la Argentina pasan, son cíclicas, pero mi pasión por los autos va a seguir por siempre”. Con esta respuesta, Daniel Herrero terminó de convencer a sus interlocutores japoneses de que era el candidato ideal para ocupar el cargo de gerente de Finanzas que buscaba Toyota Argentina. Fue solo el comienzo de una exitosa carrera profesional de 25 años en la primera automotriz de origen japonés que se radicó industrialmente en el país.
En 12 de esos 25 años Herrero se desempeñó como presidente de la compañía donde puso en práctica el método Toyota “a la argentina”, un cruce de culturas entre el concepto de mejora continua japonés y la flexible cintura criolla. Con creatividad y convicción, implementó un estilo de gestión que le permitió persuadir a la casa matriz para invertir 1.000 millones de dólares en la planta de Zárate, construir una atípica relación de confianza y respeto mutuo con el sindicato SMATA, y capear la volatilidad macroeconómica del país en administraciones de diferentes colores y orientaciones políticas.
Así, se convirtió en el ejecutivo de la industria automotriz nacional más influyente de las últimas décadas y en uno de los más relevantes en sus 70 años de historia.
En mayo de 2022 Daniel Herrero dejó la presidencia de Toyota Argentina tras un inmejorable ciclo rematado con la triple corona: líder en producción, líder en ventas, líder en exportaciones.
¿Las claves? El ex directivo las detalla en una extensa entrevista con Autohistoria en donde, además, habla de su fanatismo por el automovilismo y los autos deportivos y confiesa cuáles son sus autos históricos nacionales favoritos.