En la década del veinte Piero Dusio era un destacado futbolista de Juventus, el equipo más importante de Turín hasta que una lesión en una de sus rodillas lo dejó fuera de las canchas definitivamente. Los hermanos Mirsan, que en ese entonces administraban el club, le ofrecieron la representación de una empresa textil de capitales suizos. En una semana, Dusio vendió tanto como lo que se había vendido en todo un año, por lo tanto, le ofrecieron la representación para toda Italia.
Al poco tiempo el éxito comercial le permitió adquirir automóviles sport y monopostos donde Piero encontró rápidamente sus dotes como piloto de competición. En 1933, logró el campeonato en la categoría debutantes, al año siguiente creó la Scudería Torino. En 1936 obtuvo el sexto puesto en el Grand Prix de Italia a bordo de una Maserati y, en 1937, venció en su categoría la Mille Miglia a bordo de un Fiat Topolino. En 1938 alcanzó el cuarto puesto en la misma competencia, pero esta vez al comando de un Alfa Romeo 8C 2300 y poco después, con el mismo auto, venció en la Trepada del Stelvio.
Rápidamente logró consolidarse como uno de los mejores pilotos de Italia entre los amateurs llegando entre los tres primeros puestos en catorce competencias. Para ese entonces comenzó a gestarse la idea de participar en diferentes competencias con autos de fabricación propia.
Dusio, piloto, empresario y constructor
Hacia 1939 Dusio había diversificado sus inversiones incorporando a su actividad textil un banco, una cadena de hoteles y la fabricación de artículos deportivos. La sumatoria de actividades dio origen a un conglomerado comercial e industrial denominado Cisitalia “Compagnie Industrie Sportive Italia”. Al iniciarse la guerra producía raquetas, ropa deportiva y bicicletas de la marca Beltrame y poco después obtiene el contrato exclusivo para abastecer al ejército italiano con todos sus uniformes y al alemán con telas enceradas.
En 1944 emprendió un ambicioso proyecto. La idea original era producir una serie reducida de monopostos livianos y maniobrables, todos con la misma potencia. Consiguió sumar al proyecto a Dante Giacosa, futuro jefe de diseño de Fiat Italia. Comenzaron a trabajar con la idea de un auto sencillo y económico. Encontraron como mejor alternativa utilizar un motor Fiat 1100 y adaptarlo a un chasis de Topolino lo que les permitiría alcanzar una excelente relación peso-potencia. Giacosa se ocupó del chasis y el motor y Dusio de la parte comercial y deportiva. Lograron el apoyo de Fiat para la provisión de partes y componentes y de Pininfarina para la construcción del primer prototipo y la primera serie de 50 unidades.
El monoposto, bautizado D46, debutó el 3 de septiembre de 1946 en el circuito del Parque de Valentino en Turín. Dusio preparó una eficiente estructura deportiva integrada por siete monopostos y se adjudicó la prueba.
Los resultados entusiasmaron a Piero Dusio y en noviembre de 1946 encaró un nuevo desafío: la construcción de un Grand Prix. En esta oportunidad recurrió a la colaboración de Porsche. El empresario italiano encargó al departamento de diseño de Porsche el desarrollo de este Grand Prix (Porsche Typ 360) y otros tres proyectos: un coche sport de 1500 cc (Porsche Typ 370), un tractor de 11 cv (Porsche Typ 323) y una turbina (Porsche Typ 385).
Ferry Porsche fue el responsable de los proyectos debido a que su padre, Ferdinand, se encontraba prisionero de guerra en Francia. Dusio estableció gestiones con las autoridades francesas a fin de lograr su liberación y lo consiguió, previo pago de un millón de francos. La suma abonada fue tomada como parte de los honorarios del reconocido ingeniero austriaco.
A fines de 1948, el Grand Prix se encontraba en las etapas finales de su construcción pero la situación financiera de Cisitalia era crítica, con quebrantos cercanos a los 1.000 millones de liras. Para poder armar una verdadera estructura deportiva era necesario construir al menos seis vehículos y no se contaba con el presupuesto necesario.
Piero Dusio en Argentina
Mientras Dusio enfrentaba serias dificultades económicas en Italia, en Argentina el gobierno buscaba crear un equipo de competición con máquinas y pilotos nacionales. Con ese objetivo, Clemar Bucci, entonces campeón de Mecánica Nacional, fue enviado a Europa por las autoridades locales para establecer contactos con fábricas y equipos y tentarlos para radicarse en el país. Dusio encontró en Bucci el canal ideal para continuar su proyecto en Argentina en tanto que el Grand Prix, desarrollado por Porsche, se presentaba como el auto ideal para la escudería nacional.
Las gestiones con el gobierno avanzaron y derivaron , a partir de 1949, en la radicación de Dusio y su empresa en el país y la creación de Automotores Argentinos (Autoar) que se dedicaría tanto a la fabricación de vehículos utilitarios como de competición. Poco después, en 1951, el empresario estableció Cisitalia Argentina para producir autos de turismo y deportivos con mecánica Fiat.
La producción automotriz se mantuvo con dificultades y bajos volúmenes hasta los comienzos de los años 60, cuando la imposibilidad de cumplir con el régimen legal vigente forzó el final de la experiencia.
Luego del cierre de Cisitalia Argentina, Dusio reconvirtió su actividad hacia la fabricación de bombas y motores eléctricos y equipamiento industrial.
Piero Dusio falleció en Argentina el 7 de noviembre de 1975.