En enero de 1963, Henry Ford II realizó su segunda visita a la Argentina. El nieto del fundador de la marca del óvalo llegó para supervisar el avance del proyecto de nacionalización del Falcon y verificar la calidad de los vehículos de fabricación local. Por entonces, el futuro clásico argentino se montaba con mayoría de componentes importados en la histórica planta de La Boca. Mientras tanto, se ajustaban las instalaciones del nuevo complejo industrial de Pacheco para producir la versión nacional del compacto estadounidense.
Como parte de sus actividades, Henry Ford II recorrió la fábrica de La Boca donde observó en detalle el montaje final del Falcon. Acompañado por Douglas Kitterman, presidente de la filial argentina, el ejecutivo norteamericano dio el visto bueno al producto criollo.
El Falcon argentino comenzó a fabricarse en Pacheco el 13 de julio de 1963. Dos años más tarde, con 15.442 unidades comercializadas se convertía en el auto más vendido del país.
Fuente: Clarín