En 1943 el industrial norteamericano Henry J. Kaiser había manifestado su intención de producir automóviles después de terminada la Segunda Guerra Mundial. Compartía esta idea Joseph W. Frazer, ex presidente del directorio de Willys Overland y de Graham Page Motor Corporation. En 1945 ambos empresarios unieron sus esfuerzos al fundar en Estados Unidos Kaiser-Frazer Corp.
Los primeros modelos de la empresa comenzaron a venderse en 1946 y llevaban los nombres de sus fundadores. La línea se amplió en 1950 con el lanzamiento del Henry J, un sedán dos puertas de carrocería más pequeña.
Los volúmenes de producción eran importantes totalizando 120.000 unidades de los modelos Kaiser y Frazer y 30.000 del Henry J. Sin embargo, la empresa era demasiado pequeña para poder competir con los tres grandes de Detroit y en poco tiempo las dificultades llevaron a Frazer a dejar la sociedad.
Kaiser comprendió que para sobrevivir en un mercado tan competitivo debía especializarse en una gama de productos. En 1953 adquirió la Willys Overland Motors Inc. que fabricaba la gama de utilitarios Jeep, Willys Station Wagon y Willys Pick Up. La empresa pasó a denominarse Willys Motors. Ese mismo año, y debido a las crecientes dificultades financieras, dejó de fabricarse el Henry J.
Desembarco en Argentina
La idea de Henry J. Kaiser era poder continuar con su empresa en otro país con menor desarrollo industrial donde pudiera obtener mejores resultados. Luego de analizar y recorrer diversos países sudamericanos, en 1954 tomó la decisión de radicarse en Argentina.
En ese momento, el parque automotor de 564.000 unidades resultaba insuficiente. La relación era de 33 habitantes por cada auto, peor a la registrada 25 años antes. La importación estaba restringida a 6000 unidades anuales y la incipiente industria local apenas producía 3000 unidades, totalmente escasa para abastecer la demanda. Sin duda, esta situación pesó en Henry Kaiser al tomar su decisión.
La propuesta hecha al gobierno argentino incluía la formación de una sociedad mixta integrada por la empresa estatal IAME, Kaiser Motor Corp. y el aporte de grupos privados argentinos quienes participarían a través de la compra de acciones por un total de 160 millones de pesos. El Estado otorgaría también a la nueva sociedad créditos por valor de 200 millones de pesos y permisos de importación de automóviles por otros 40 millones.
El plan fue aprobado por las autoridades nacionales y el 18 de enero de 1955 se suscribió el respectivo convenio, constituyéndose unos días después, la empresa Industrias Kaiser Argentina S.A. (IKA), con un capital inicial de 20 millones de dólares, de los cuales el 32 % estaba representado por maquinarias y herramientas importadas de Estados Unidos.
Dos meses después, en un terreno de 200 hectáreas de la localidad cordobesa de Santa Isabel comenzó a construirse la planta donde se instalaron 9.000 toneladas de equipos trasladados de Estados Unidos.
Al mismo tiempo, en Estados Unidos la empresa madre se reorganizaba dejando la producción de automóviles y transformándose en Kaiser Industries Corporation. Su subsidiaria, Willys Motors Inc. comenzaba a dedicarse en exclusividad a la producción de la línea de utilitarios Jeep.
En 1954, se importaron los primeros Kaiser Manhattan, modelo que constituyó la base del primer automóvil de pasajeros de IKA: el Kaiser Carabela.
Se inicia la producción
El 27 de abril de 1956 salió de la línea de montaje de Santa Isabel el primer Jeep argentino. Junto a su versión pick up se produjeron ese año 2.000 vehículos. La producción ascendió a 7.000 unidades en 1957, año del lanzamiento de la Estanciera, versión nacional del Willys Station Wagon de producción norteamericana. Al año siguiente hizo su aparición el lujoso Kaiser Carabela. La producción de IKA alcanzaba las 20.000 unidades anuales.
Llegan los Renault y los Rambler
En 1959 se alcanzó un acuerdo con la Régie Nationale des Usines Renault para producir bajo licencia automóviles de la marca Renault. Al año siguiente, un Dauphine se convirtió en el primer producto del rombo fabricado en Argentina. También en 1960 se lanzó el Kaiser Bergantín, un derivado del Alfa Romeo 1900 que completaba la línea de modelos comercializados bajo la marca Kaiser. En 1961 un convenio con American Motors le permitió a IKA fabricar la línea de compactos Rambler que comenzó a producirse en enero de 1962.
De esta manera, IKA, conducida desde sus comienzos por el norteamericano James McCloud, producía la gama más completa de automóviles y utilitarios de Argentina y lideraba cómodamente el mercado local con una participación del 30 %. El porcentaje de integración nacional de todos los productos superaba el 90 %.
En 1966, irrumpió el Torino, un desarrollo local que se convertiría en uno de los hitos de la industria automotriz local.
Al año siguiente, la Régie Nationale des Usines Renault se transformó en el socio mayoritario de la sociedad y asumió la dirección administrativa. La empresa pasó a denominarse IKA-Renault. Los productos Renault ya representaban más del 55 % de la producción total. Finalmente, en 1975, Renault adquirió el resto del paquete accionario y se constituyó Renault Argentina S.A.
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